Las plagas de la soja tienen dos impulsores de peso para recuperar protagonismo. Por un lado, las deficiencias hídricas sufridas en las últimas semanas redundan en condiciones predisponentes para la aparición de arañuelas y defoliadoras, como la isoca medidora.
A su vez, el aumento de rindes y de los precios de los granos determina que se disminuyan los umbrales de control, o Niveles de Daño Económico (NDE). Por ejemplo, hacen falta menos chinches para justificar el control, por la relación entre el valor de las pérdidas y el de las aplicaciones con agroquímicos.
En ese sentido, el coordinador del Sistema de Plagas del INTA Pergamino, Nicolás Iannone, advirtió que "desde mediados de enero, las condiciones de Niña' generalizaron la presencia de esta plaga en los lotes de la zona Núcleo y si bien suele subestimarse el ataque inicial, suele darse una explosión de abundancia haciendo colapsar la sanidad del cultivo en poco tiempo".
A la par de ello, "en la mayoría de las zonas no pocos lotes de soja de primera tienen algo de chinche (por ahora verde o de los cuernos, pero sería esperable un inminente incremento de la primera especie), que si bien en ciertos casos todavía no han alcanzando los umbrales de decisión para su control, podría resultar conveniente adelantarse al momento de llegar al NDE para hacer el tratamiento contra ambas plagas (arañuelas y chinches) a fin de evitar posibles sorpresas con arañuelas, o bien poder cortar el ciclo de chinches. O en el peor de los casos, demorarlo lo suficiente como para intentar zafar de una aplicación contra chinches antes de grano lleno", afirmó el especialista.
Iannone dijo que "los productos y dosis eficientes para el control de chinches también funcionan muy bien para arañuelas, con la excepción del endosulfán".
En el futuro inmediato, los productores deberán prestar atención. Según Iannone, dentro de los próximos diez días se podría incrementar significativamente la población de la isoca medidora; no en todas las zonas pero sí en la mayor parte de la región pampeana, alcanzando niveles de ataques moderados a altos.
Otra importante defoliadora es "anticarsia, que si bien ya tiene cierta presencia en el norte de Córdoba y de Santa Fe, es de esperar que comiencen a registrarse los picos de ataques recién a partir de mediados de febrero en adelante, afectando la soja de primera más retrasada y principalmente los lotes de soja de segunda de las provincias mencionadas, así como los de Entre Ríos. Resulta todavía incierto si alcanzará a difundirse con niveles que pudieran llevar preocupación en zonas de la provincia de Buenos Aires que limitan con el río Paraná.
En relación a los NDE, Iannone aclaró que "el impacto depende de las especies -la chinche de la alfalfa produce el doble de daño que la chinche verde- y de los estados fenológicos, ya que los resultados obtenidos indican que el NDE de 2 chinches por metro es válido para chinche verde, sembrada a 70 cm entre hileras y para el estado de formación de granos (R5). Si el ataque se da en estados anteriores (R3 y R4), todavía más sensibles al daño de chinches, y a 52 cm, la incidencia en el rinde es mayor, por lo cual deberá decidirse el control con menos insectos por metro.
Mauricio Bártoli.
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